jueves, 17 de junio de 2010
Los enfermos erróneos (2008)
Un libro aburrido.
Sònia Hernández supuestamente escribe sobre quienes se creen enfermos y no lo están, y sobre quienes realmente lo están y no lo saben...
y qué?
Los dramas están forzadísimos. Pretenden reflejar situaciones extremas que desencadenen desequilibrios y desestructuras con, por ejemplo, el descubrimiento de que tu madre tenía una hermanastra que murió ahogada.
Tampoco es para enloquecer...
No está mal escrito, aunque aburre y, ya digo, no es demasiado realista en las reacciones y tampoco resulta interesante en absoluto, salvo un capítulo aislado (el hombre que se aísla del mundo).
"Podría hablarle de amor, de la compañía que esperamos encontrar en los demás, de los egoísmos que se desarrollan cuando quieres ser lo más importante en la vida del otro y te atacan los miedos, de cuando estás esperando para encontrarte con el otro para sentirte a ti mismo, para tomar conciencia de que existes. Sin embargo, todo eso no es menos falacia que lo de la felicidad. Además, ella acabaría descubriendo que yo tampoco creo en el amor, que sé que hay personas que han nacido más capacitadas para sentirlo y que yo no estoy en ese grupo. ¿Qué pasaría entonces?"
3'5
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