lunes, 30 de abril de 2012
La caída (1956)
La caída se presenta con una lectura un tanto curiosa, en forma de conversación, aunque Camus tan solo nos permite conocer una parte de la misma,
Esta corta novela (poco más de 120 páginas de extensión) está completa de reflexiones más que interesantes y pasajes muy buenos aunque, eso sí, a pesar de su brevedad, puede llegar a hacerse un poco densa.
Una buena opción para conocer al que se me antoja que va a ser otro de esos escritores que tendré como referente de aquí en adelante.
"Lo esencial, en suma, es poder enfadarse sin que el otro tenga derecho a responder. "A un padre no se le responde", ya conoce la fórmula. En cierto sentido es muy singular. ¿A quién se respondería en este mundo sino a aquel a quien se ama? En otro sentido es convincente. Es necesario que alguien tenga la última palabra. De otro modo, a cualquier razón se puede oponer otra: no habría modo de terminar. El poder, por el contrario, permite decidir. Nos ha costado tiempo pero al fin lo hemos comprendido. Usted habrá podido observar, por ejemplo, que nuestra vieja Europa filisofa al fin como es debido. Ya no decimos como en los tiempos ingenuos: "yo pienso así. ¿Cuáles son sus objeciones?". Nos hemos vuelto lúcidos. Hemos sustituído el diçalogo por el comunicado. "Tal es la verdad -decimos-. Puede usted discutirla, no nos interesa. Pero dentro de unos años vendrá la policía para demostrarle que tengo razón."
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