
Sí, lo admito, caí. Me equivoqué.
Cuando ví el libro y supe de qué iba, no pude reprimir pensar: "ooooohhh, qué gracioso!! ovejas!"
Y sí, hay ovejas.
Es más, acabas cansado de ovejas.
Las gracias dejan de hacerte gracia al tercer capítulo, donde las ovejas terminan resultando pedantes, aburridas, previsibles y planas.
Se queda en lo anecdótico.
4'5
No hay comentarios:
Publicar un comentario