viernes, 11 de junio de 2010

Las ovejas de Glennkill (2005)



Sí, lo admito, caí. Me equivoqué.

Cuando ví el libro y supe de qué iba, no pude reprimir pensar: "ooooohhh, qué gracioso!! ovejas!"

Y sí, hay ovejas.
Es más, acabas cansado de ovejas.

Las gracias dejan de hacerte gracia al tercer capítulo, donde las ovejas terminan resultando pedantes, aburridas, previsibles y planas.

Se queda en lo anecdótico.

4'5

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