sábado, 26 de noviembre de 2011

El lobo estepario (1928)



Otro clásico de la literatura.

El lobo estepario empieza tan flojo tan flojo, que estuve a puntito de dejarlo. El tractat del lobo estepario me parece horrible y muy pedante, pero a partir de ahí, y si sorteamos ese, cuanto menos, innecesario detalle, nos encontramos ante un libro que no está nada mal.

Mucha gente ha hecho de este libro uno de sus favoritos. Esto reo que es porque, su personaje, Harry Haller, y su desubicación y aislamiento en la sociedad en la que se encuentra, inspira cierto reflejo de desasosiego que todos llevamos dentro.

Aunque al final se le va un poco la cabeza a Hermann Hesse en una especie de pseudo lección moral en el que pretende hacer algo demasiado raro, El lobo estepario contiene numerosos pasajes brillantemente escritos que hacen de él uno de esos libros conocidos por todos, no sin méritos.

"-¿Viene de su despacho? Vaya, de eso no entiendo una palabra; yo vivo como aislado, un poco al margen, ¿sabe usted? Pero creo que a usted le interesan también los libros y cosas parecidas; su tía me ha dicho alguna vez que usted ha terminado bien sus estudios del Gimnasio y que ha sido un buen conocedor del griego. Esta mañana, leyendo a Novalis, he encontrado una frase. ¿Me permite usted que se la enseñe? Le gustará mucho.
Me hizo entrar con él en su habitación, donde olía fuertemente a tabaco; sacó un libro de un montón de ellos, hojeó, buscó...
-Esta también, está bien, muy bien -dijo- ; escuche usted la frase: "Hay que estar orgulloso del dolor, todo dolor es un recuerdo de nuestra condición elevada." ¡Excelente! ¡Ochenta años antes que Nietzche! Pero no es esta la sentencia a que yo me refería; espere usted, aquí la tengo. Vea: "La mayor parte de los hombres no quieren antes de saber". ¿No es esto espiritual? ¡No quieren nadar, naturalmente! Han nacido para la tierra no para el agua. Y naturalmente, no quieren pensar: como que han sido creados para la vida. ¡No para pensar! Claro, y el que piensa, el que hace del pensar lo principal, ese podrá acaso llegar muy lejos en esto; pero ese precisamente ha confundido la tierra con el agua, y un día u otro se ahogará".

martes, 15 de noviembre de 2011

Ensayo sobre la ceguera (1995)



Otro clásico. En esta ocasión, contemporáneo.

Ensayo sobre la ceguera plantea un mundo apocalíptico y situaciones límites como fruto de una ceguera mundial.

Con una curiosa, cuanto menos, forma de puntuar (o más bien todo lo contrario), Saramago narra, de una manera más basada en la acción que en la reflexión, su historia. Sí es cierto que no están ausentes los pasajes de frases memorables, y que su narrativa puede hacer que el lector se detenga un poco más en su lectura, pero hay veces que Saramago empieza a desviarse hasta el punto de dar la sensación de que está chocheando.

Hay unas cuantas cosas que, a nivel argumental, me han flojeado y momentos en los que el libro se me ha hecho bastante aburrido, pero por lo demás es un libro recomendable. Curioso, cuanto menos.

"Atención. El Gobierno lamenta haberse visto forzado a ejercer enérgicamente lo que considera su derecho y su deber, proteger por todos los medios a su alcance a la población en la crisis que estamos atravesando, cuando parece comprobarse algo semejante a un brote epidémico de ceguera, provisionalmente llamado mal blanco, y desearía contar con el civismo y la colaboración de todos los ciudadanos para limitar la propagación del contagio, en el supuesto de que se trate se trate de un contagio y no de una serie de coincidencias por ahora inexplicables. La decisión de reunir en un mismo lugar a los afectados por el mal, y en un lugar próximo, pero separado, a aquellos con los que mantuvieron algún tipo de contacto, no ha sido tomada sin ponderar seriamente las consecuencias. El Gobierno conoce plenamente sus responsabilidades, y espera que aquellos a quienes se dirige este mensaje asuman también, como ciudadanos conscientes que sin duda son, las responsabilidades que les corresponden, pensando que el aislamiento en que ahora se encuentran representará, por encima de cualquier otra consideración personal, un acto de solidaridad para con el resto de la comunidad nacional. Dicho esto, pedimos la atención de todos hacia las instrucciones siguientes..."

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